Buenas!!
¿Que tal va ese veranito? En el norte está siendo bastante lluvioso y en ocasiones frío. Pero eso no impide disfrutar de nuestro tiempo de ocio.
Esta vez os traigo la coleccion Mini Me de MANGO. La verdad es que me parece fabuloso que madre e hija y padre e hijo puedan vestir a juego. Recuerdo cuando durante mi infancia solía urgar en el armario de mami y me probaba su ropa, cogia sus collares, maquillaje, los tacones..... Y esque creo que toda niña tiene como gran modelo a su madre. Y supongo que lo mismo pasa con los niños con sus padres, ya que recuerdo a mi hermano poniendose sus corbatas, echandose espuma de afeitar por toda la cara...
¿Y esque qué mejor modelo a seguir que nuestros propios padres? Durante la infancia siempre hemos visto a nuestros progenitores como seres perfectos, los más maravillosos de la tierra y nos hemos sentido orgullosos de tener un lazo de unión tan especial junto a ellos. Ellos siempre nos han aconsejado a bien, han estado a nuestro lado cuando lo hemos necesitado y cuando no, nos han hecho reir en momentos amargos y han sacrificado sus horas de sueño para leernos un cuento cuando una pesadilla nos ha robado las ganas de dormir...
En definitiva, esos lazos de uniñon y esa cercanía con nuestro progenitores es lo que hace que de mayores queramos parecernos a ellos. Todo niño tiene prisa por crecer por lo que imita lo que ve a su alrededor. La oportunidad de vestir como un adulto les hace sentirse mayores, les da confianza para enfrentarse a nuevos retos y probar cosas nuevas. Es por ello que este tipo de colecciones me parecen tan maravillosas.
¿Que tal va ese veranito? En el norte está siendo bastante lluvioso y en ocasiones frío. Pero eso no impide disfrutar de nuestro tiempo de ocio.
¿Y esque qué mejor modelo a seguir que nuestros propios padres? Durante la infancia siempre hemos visto a nuestros progenitores como seres perfectos, los más maravillosos de la tierra y nos hemos sentido orgullosos de tener un lazo de unión tan especial junto a ellos. Ellos siempre nos han aconsejado a bien, han estado a nuestro lado cuando lo hemos necesitado y cuando no, nos han hecho reir en momentos amargos y han sacrificado sus horas de sueño para leernos un cuento cuando una pesadilla nos ha robado las ganas de dormir...
En definitiva, esos lazos de uniñon y esa cercanía con nuestro progenitores es lo que hace que de mayores queramos parecernos a ellos. Todo niño tiene prisa por crecer por lo que imita lo que ve a su alrededor. La oportunidad de vestir como un adulto les hace sentirse mayores, les da confianza para enfrentarse a nuevos retos y probar cosas nuevas. Es por ello que este tipo de colecciones me parecen tan maravillosas.
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